De esta manera, se estiman rendimientos de 80 quintales. Este cereal tiene más posibilidades y los milímetros sirven para llenar los granos.
Las lluvias de enero mejoraron el panorama agropecuario: el cultivo que más se benefició fue el maíz tardío, que mejoró un 20% su condición.
Los técnicos señalaron que, bajo estas condiciones, se podría aspirar a un rendimiento aceptable en maíz tardío.
“El cultivo que buscaba escapar de la sequía con la estrategia de siembras tardías estaría a salvo, aunque dos semanas atrás parecía ser alcanzado. El promedio del maíz tardío para la región es de 93 qq/ha, por lo que el tardío tendría un daño del 22 %, cifra que está muy lejos del 73% de merma del maíz temprano”, informó la BCR.
Por su lado, en lotes de menor calidad se espera una pérdida del 50% y los rendimientos rondarán entre los 40 a 50 qq/ha.
En el caso de la soja, se vio una recuperación es foliar, pero aseguran que no se traduce en vainas. “La condición mejora, pero el potencial de rendimiento estimado no se despega de los 25 qq/ha estimados 15 días atrás”, aclaró GEA.