Se da luego de la devaluación implementada por la autoridad monetaria para contener a las presiones inflacionarias y cambiarias.
Luego de que el Banco Central decidiera devaluar el peso, el Banco Central aumentó este lunes la tasa mínima para plazos fijos un 118%.
La suba es de 21 puntos porcentuales sobre los rendimientos de los depósitos a plazo fijo tradicional. Además, el nuevo piso para las imposiciones a 30 días, hasta 30 millones de pesos. De esta manera, el rendimiento efectivo mensual sube al 9,7%.
Para el resto de los depósitos a plazo fijo del sector privado, la tasa mínima garantizada se establece en 111%, con un interés efectivo mensual de 9,12%.
La medida busca contener a las presiones inflacionarias y cambiarias y llega después de disponer un repunte de la misma proporción sobre los intereses de las Leliq y tras aplicar un salto devaluatorio del 22% sobre el tipo de cambio oficial, lo que llevó a la cotización mayorista a $350 y al minorista por encima de 365 pesos.
En ese sentido, el objetivo es contrarrestrar la devaluación acumulada solo en agosto que, entre el crawling peg de la primera quincena del mes y el salto discreto que pegó el dólar mayorista este lunes, suma más del 27%.
Es importante recordar que la última vez que el Banco Central había decidido subir la tasa había sido en mayo, cuando la había llevado al 97% de TNA.
La estrategia del Banco Central de los últimos meses se basó en mantener a la tasa de inflación, la de devaluación y las de referencia de la economía más o menos alineadas.