Las economías emergentes enfrentan el impacto del encarecimiento de las materias primas a nivel mundial. Para la Argentina es peor.
En el marco del fuerte encarecimiento de las materias primas a nivel mundial, las economías emergentes como la Argentina sufren el impacto y se ve condicionadas por sus propios conflictos económicos. Pese a que la necesidad de importar se hace menor gracias al potencial de Vaca Muerta, es un factor externo que puede impactar en mayor o menor medida en la economía local.
Gracias a la profundización del sector energético, las importaciones de energía cayeron u$s 3.500 millones interanual, por lo que la balanza comercial energética cerrará en equilibrio este año, y se espera que para el 2024 sea superavitaria.
Entre los aumentos principales se destaca el petróleo, con una suba del 30% desde principio del año. Los activos de los países en desarrollo parecen cada vez más vulnerables a medida que EE.UU. promete mantener los costos de endeudamiento más altos durante más tiempo y los barriles de petróleo se acercan a la barrera de los u$s100.
«Los precios del petróleo son sin duda una parte material de ello, pero los precios de los alimentos, un dólar más fuerte y una menor desinflación de China son motores adicionales», dijo Jon Harrison, director gerente de estrategia macroeconómica para mercados emergentes de GlobalData TS Lombard en Londres.
En ese sentido, Marcella Chow, estratega de mercados globales de JPMorgan Asset Management, aseguró: «El encarecimiento del petróleo actuará probablemente como un impuesto sobre otras economías que son importadoras netas, reduciendo los ingresos reales y ralentizando el crecimiento».
«Esto podría presionar a la baja sus divisas y sus bancos centrales podrían tener que mantener las tasas de interés al nivel actual, o incluso subirlos, para proteger sus monedas», concluyó.