Por Laura Luz Ojeda
Sindicalistas, economistas y empresarios se refirieron a la idea de reducir la jornada laboral y mostraron posturas diversas.
Con un 40,1% de pobreza en la Argentina, un entramado de planes sociales y la certeza de tener que resolver la problemática del empleo, los empresarios reunidos en IDEA propusieron la extensión del período de prueba de tres a seis meses como una herramienta para comenzar a revertir la actual situación laboral.
«Tres meses no es un período suficiente para el aprendizaje de un trabajador», explicó Martín Galdeano, presidente y CEO de Ford Argentina, el encargado de trabajar sobre la propuesta empresarial.
El otro elemento destacado fue el de las multas. «Buscamos tener certidumbre que tanto empleadores como trabajadores sepan lo que está pasando y bajar la litigiosidad. Creemos que el Estado tiene que tomar otro rol, de controlar», agregó.
Por su parte el sindicalista Gerardo Martínez recalcó que hay que buscar mayor competitividad pero que si se lo hace «con la lógica china estamos mal. La competitividad un mecanismo virtuoso en el desarrollo de las tareas», aseguró al tiempo que cuestionó la propuesta de un fondo de desempleo tal como lo plantea el candidato de La Libertad Avanza, Javier Milei.
«Me reuní con el candidato que va a almorzar con un grupo de empresarios y que no viene acá», dijo en referencia a Milei que desistió de la invitación de IDEA para tener una reunión privada con empresarios en el exclusivo restó Furia.
«Le expliqué que el fondo de cese no es una herramienta mágica, ni un duende que viene a resolver los problemas», indicó al tiempo que justificó su encuentro con el libertario en que hay que dejar de escuchar aquellos que nos gusta escuchar y apuntar a la diversidad.
El sindicalista reconoció que «a pesar de las bondades del sistema que mejora ala competitividad, hay un montón de empresarios que no hacen el depósito del 12% para el fondo y el trabajador cuando el trabajador se desvincula no encuentra el depósito» entonces en ese momento el empresario negocia con el trabajador la mitad de lo que le correspondía cobrar.
«Esta avivada también es real. Aún en una herramienta que da facilidad también hay actitudes que no se cumplen al marco de la ley», dijo.
El secretario general de la Uocra coincidió con los referentes empresarios en que el tratamiento de la ley de reducción de la jornada laboral que se está discutiendo en el Congreso, no debe ser una decisión tomada de forma apresurada.
«Hay que sentar a la gente correcta en la mesa de debate», dijo y apeló a que el Estado no debe meterse en estas decisiones de forma unilateral. «Estamos hablando un nuevo contrato social, que el Estado no se meta entre el trabajo y el capital porque cada vez que se mete genera problemas», aseguró.
Por su parte el presidente de la Unión Industrial Argentina, Daniel Funes de Rioja, se quejó por la intervención del Estado. Hay que definir «si vas por el camino del convenio o de la legislación. Si discutimos paritaria y luego el Estado te manda, un bono…».
Explicó que en los años la jornada de trabajo estaba regulada en el 4,7% de cada 100 convenios, en el 2000 esa proporción subió al 40%. «Generás más tiempo de trabajo pero si viene el legislador e impone que se trabajan 36 horas pero se pagan 48, no generás más empleo sino que te vas a cruzar a Brasil con la empresa, digo cuántas horas tardan?», preguntó y despertó los aplausos del auditorio.
Gerardo Martínez coincidió con Funes de Rioja. !Es algo apresurado, hay que encontrar un camino, en la Mesa de los 6, va a estar la CGT pondremos sobre la mesa los temas. No hay una matriz que de certidumbre. Estamos cerca de la garganta del diablo porque nos vamos barranca abajo», aseguró.