En los últimos días el Banco Central tomó dos decisiones que profundizaron la estrategia oficial en el plano monetario: se bajó nuevamente la tasa de pases pasivos en 100 puntos básicos y en paralelo se elevó de 0% al 10% el encaje de los saldos en cuentas remuneradas de los fondos comunes de inversión.
El propósito es el mismo: acelerar el saneamiento del balance de BCRA aprovechando el margen que da el cepo para mantener tasas fuertemente negativas en términos reales. En este sentido, el cepo se reafirma como un aliado de los resultados económicos que viene mostrando el gobierno.
La desaceleración de la inflación en marzo y la compresión de la brecha dieron margen para esta nueva baja, pero existe un límite claro para profundizarla: el desincentivo a liquidar la cosecha gruesa si la tasa de política se aproxima demasiado al ritmo de crawling actual.
El equipo de estrategia de Consultatio elaboró un informe en el que analiza la sostenibilidad del rumbo.