Javier Milei, el candidato de La Libertad Avanza, mantiene una fuerte penetración entre los jóvenes que desde las entrañas de su equipo técnico estiman llega a captar un 20% de intención de voto pero perdió fuerza entre el empresariado. Algo que quedó demostrado en el encuentro del Cicyp.
Los empresarios ya entraron al tradicional almuerzo convencidos de que el escenario electoral ya no se presenta en término de tercios sino que por el contrario el balotaje enfrentará a los clásicos de la última década: peronismo vs Juntos por el Cambio (ex PRO). Massa vs Larreta o Bullrich.
Destacan de Milei el haber nacido en este escenario de la nada. Sin estructura y rompiendo con la clásica propuesta.
Le reconocen el haber introducido nuevas discusiones: la casta política, el Banco Central, la dolarización, entre los más destacados. Pero también le advierten que no avanzó en el cómo de las propuestas, que se ha mantenido con los mismos slogans.
Después de adelantar que el cepo no podrá ser levantado en un día (el martes, en el cierre del congreso del Instituto Argentino de Ejecutivos de Finanzas) sino que será posible de forma progresiva, durante el encuentro del Cicyp planteó una idea similar con los planes sociales. «Los beneficiarios de los planes sociales son víctimas», aseguró y precisó que lo son del sistema político y principalmente del esquema de coparticipación que hace que «en aquellos lugares donde el peso de la coparticipación es más fuerte es donde se ven los mayores desequilibrios«.
Requiere de las reformas de primera generación y de segunda generación que terminarán con un círculo virtuoso donde los actuales beneficiarios pasaran a formar parte activa del mercado laboral privado formal después de haber adquirido educación, una buena alimentación y por gozar de salud con las políticas que aplicará el ministerio de Capital Humano.
El ajuste que permitirá todo es cambio pasará por la política, asegura. No sólo con la reducción de la estructura en un puñado de ministerios sino además con un redireccionamiento de recursos: no habrá obra pública sino que la misma deberá ser iniciativa privada. Lo dijo mientras Gustavo Weiss, presidente de la Cámara Argentina de la Construcción, hacía la digestión del lomo que acababa de comer.
Al encuentro faltaron referentes clave del distintos sectores económicos y muchos se fueron para la segunda parte del encuentro, el de las preguntas, algo que no suele suceder.
Al candidato le costó despertar aplausos en su audiencia aún en aquellos momentos en los que habló de las ideas que valoran los empresarios y hasta se animó a pedir que le aplaudieran un chiste económico.
Milei estuvo junto a su compañera de fórmula Victoria Villarruel, su hermana y otros postulantes de su espacio como Ramiro Marra y Juan Nápoli. Más tarde entró al salón Sandra Pettovello la futura ministra de Capital Humano.
Al final del encuentro los asistentes que marcaron su opinión sobre el candidato. «Es un candidato de pasacalle» dijo uno de los asistentes. «Hace unos meses parecía que se iba a comer la cancha pero se quedó», dijo otro. La mayoría coincidió en que el discurso se mantiene sobre ideas ya plasmadas y que no aborda detalles. «Le hemos pedido que salga del discurso del plan motosierra, de quemar el Banco Central y diga cosas nuevas», dijo un dirigente que tiene contacto frecuente con Milei, «pero no lo hace» agregó.
Sin duda el estilo Milei sigue enamorando a los jóvenes pero repele al establishment y eso se notó.