La entidad agropecuaria CARBAP culpabilizó al Ejecutivo por la actualidad económica y consideró el ministro de Economía, Sergio Massa, tomó «medidas nefastas» en el último año.
La Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (CARBAP) se mostró duro con el Gobierno nacional y afirmó que «hay que poner punto final al desmanejo» del país en las próximas elecciones.
«Hay que poner punto final a este desmanejo. En las próximas elecciones hay una nueva oportunidad. Porque la patria es de todos, y no solo de los que se unen tan solo para ganar una elección», dijeron.
Así se expresaron en un documento titulado «La patria empobrecida». Además, consideraron que el Gobierno «continúa viviendo una gran fiesta fiscal sin bajar ni un peso del gasto público, forzando al FMI a alargar las negociaciones, endeudando a los argentinos aún más, hipotecando el futuro de nuestro país y empeorando la calidad de vida de todos los ciudadanos».
En ese sentido, criticaron al ministro de Economía, Sergio Massa por haber tomado «medidas nefastas» en el último año. Según su postura, generaron «un acelerado contexto de altísima inflación, un cepo cambiario feroz, un tipo de cambio distorsionado, agravado por una profunda sequía que golpeó brutalmente a la producción y a los productores».
«Encarecen el acceso al público del dólar solidario, encarecen las importaciones (salvo de empresarios amigos) y suben el tipo de cambio (de manera artificial) para exportaciones agropecuarias de economías regionales hasta el 31 de agosto, provocando una gran distorsión en mercados y producciones atadas a esos productos, como la lechería, avicultura, feedlots, porcinos», siguieron.
Y añadieron: «Tras la última medida con impacto en el maíz, el precio del disponible cayó fuertemente siendo sin duda el mayor perjudicado el productor y diluyéndose los ‘pseudos beneficios’ de un mejor tipo de cambio», alertó.
A su vez, señalaron que el Ejecutivo «aumenta el sistema de tipos de cambio múltiple que hoy tiene la economía en busca de US$2.000 millones que liquidarían los exportadores que solo alcanzaría para achicar un 30 % las reservas negativas del Banco Central».
«Esos dólares que el Gobierno paga por exportaciones a $340, luego se los vende a los importadores al dólar oficial de $285, perdiendo $55 por dólar, sumando emisión, sumando inflación que pagamos todos los argentinos. Medidas a las que se suma el nuevo adelanto del Impuesto a las Ganancias compulsivo, generando una mayor presión tributaria aun sobre los privados», conclueron.