Es la menor en siete años. Las últimas lluvias mejoraron la situación en varias regiones, pero aún hay zonas con déficit hídrico que afecta la intención de implante.
“La tormenta dividió la región en dos: el este (de la región núcleo) sembraría entre un 30 a 40% más, pero el oeste entre un 30 a 50% menos”, indicó el trabajo de la entidad.
La BCR sostuvo que “las lluvias suavizaron el recorte del área triguera: quince días atrás se estimaban un 50% menos, ahora, con un 30% menos y se alcanzarían a cultivar 910.000 ha de trigo”.
Añadió que “tras el evento de lluvias del 23 al 29 de mayo, casi la mitad este del área núcleo tiene ahora una recarga del 50% o más del agua útil en suelos”.
“Los acumulados fueron claves y posibilitan sumar nuevos lotes a la intención triguera en la franja este”, señaló BCR, pero al mismo tiempo indicó que “hacia el oeste las lluvias fueron prácticamente nulas”.
“A principios de mayo, por la falta de agua se proyectaba una caída de siembra del 50%, respecto del ciclo anterior. Ahora, tras las lluvias en el este, la caída se amortigua con un recorte del 30%, insistió. Por tanto, la superficie de «siembra se ubica por debajo del millón de hectáreas: 910.000 ha y de materializarse, sería la menor siembra de los últimos siete años».
“La región núcleo, al igual que la región pampeana, está partida por la mitad. En el este de la zona núcleo, por primera vez en más de doce meses, se alcanzó el estado óptimo de las reservas de agua en el suelo (para el primer metro), mientras que en el oeste faltan 80 milímetros”, explicó.
Nota original de Noticias Argentinas.