Esos instrumentos serán volcados a la operación para prorrogar los vencimientos de más de $7 billones y postergar pagos que deberá realizar el próximo gobierno.
A la espera de un nivel de adhesión del 65% del canje de deuda en pesos que sirva para acordar con el FMI, se conoció que el Banco Central emitió sólo en junio unos $400.000 para comprar bonos en pesos, que posteriormente serán volcados a la operación para prorrogar los vencimientos de más de $7 billones y postergar pagos que deberá realizar el próximo gobierno.
Esta emisión es una de las formas indirectas que encontró la autoridad monetaria para ayudar al Tesoro. El Central le aporta pesos al Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS), que depende del ANSES, a través del mercado secundario de deuda con la compra de los bonos TDL23, TDS23.
No obstante, siempre y cuando el sector público aumenta su participación, se licúa la injerencia de los inversores privados, porque lo hace en el total de la deuda.
En ese sentido, estudios estiman que sólo entre bancos y fondos comunes de inversión concentran 15% del total de la deuda en pesos. De esta manera, para el segundo semestre, casi 90% de la deuda en pesos se encontraría “estatizada”.