El ministro de Economía, Sergio Massa, envió una carta al presidente del Banco Central, Miguel Pesce, para derogar la Circular 7720 por la cual el BCRA eleva a una tasa del 116,4% los créditos a aquellos productores que no vendan el 95% de la soja, o hayan operado en los programas dólar soja I, II y dólar agro.
Ante esta situación, se agudizó la puja y las internas entre ambos funcionarios nacionales, en un nuevo capítulo de tensiones.
En septiembre pasado, el Gobierno puso en marcha el dólar soja I con un tipo de cambio a $200 y enseguida el Banco Central dispuso, con la comunicación A 7600, una tasa mínima equivalente a un 120% de la tasa de política monetaria para los productores de soja.
En ese momento, el objetivo del Ejecutivo Nacional era que los productores vendieran su grano almacenado y se financiaran con esa operación en lugar de ir a sacar un crédito subsidiado a un banco.
Hoy la tasa de política monetaria está en 97%, por lo cual el 20% adicional lleva la tasa para los ruralistas a un mínimo de 116,4%.
Massa reenvió una carta que este miércoles recibió de su secretario de Agricultura, Juan José Bahillo, en la que se argumenta sobre la conveniencia de derogar la medida, pese a los objetivos iniciales de impulsar las exportaciones para que ingresen dólares.
Bahillo sostuvo que la medida del BCRA es «razonablemente entendible y acertada«, a los fines de «favorecer e incentivar el ingreso de divisas de monedas extranjeras«, al tiempo que indicó que comprende que se encarezca «el costo del financiamiento bancario para que se vendan los granos y se logre el objetivo del ingreso de divisas».
Sin embargo, Bahillo planteó «diferencias sobre el éxito de la Circular» y precisó que los productores «tienen en su esquema financiero a la soja como reserva de valor», o como destino de insumo en actividades de mayor inversión, empleos y valor agregado.
Asimismo, consideró que hay «injusticias comerciales», ya que con la restricción impuesta, la circular «castiga a un productor que guarda su producción para poder pagar el alquiler del campo, y no por una especulación financiera».