Larry Fink se expresó tras la quiebra del Silicon Valley Bank y la caída de otros bancos en el país norteamericano y alertó sobre una profundización de la crisis.
El director ejecutivo de BlackRock, Larry Fink, afirmó que la crisis bancaria en Estados Unidos podría empeorar aún más tras la caída del Silicon Valley Bank y de otros bancos en el país norteamericano.
El empresario explicó que la situación actual se debe a una acumulación de más 10 años de bajas de las tasas de interés y dinero fácil.
«¿Está empezando el efecto dominó?», se cuestionó Fink, en una misiva publicada este miércoles. «Es demasiado pronto para saber cuán extenso es el daño», agregó.
Además, aseguró que a pesar de que las medidas de los reguladores contienen la problemática momentáneamente, la quiebra del SVB y de Signature Bank remiten a los «increíbles apagones financieros» de antaño, incluida la crisis del ahorro y el préstamo en la década de 1980 y principios de la década de 1990, y la quiebra del condado de Orange, California, en 1994.
«Aún no sabemos si las consecuencias del dinero fácil y los cambios regulatorios repercutirán en todo el sector bancario regional de Estados Unidos, con más incautaciones y cierres», dijo el especialista en finanzas. «Finalmente duró alrededor de una década y se hundieron más de mil ahorros», añadió.
Dijo, también, que probablemente algunos bancos necesitarán frenar los préstamos para apuntalar sus balances y que es probable que los reguladores impongan estándares de capital más estrictos.
Fink vaticinó un nuevo período en el sistema financiero y en la economía real, con una inflación elevada y alzas de tasas continuas por parte de la Reserva Federal y aseveró que es probable que la inflación se mantenga cerca del 3.5 por ciento o el 4 por ciento en los próximos años.