Ingot, del inglés lingote, nació en el año 2019 de la mano de Juan Piantoni con una inversión inicial de 2 millones.
Juan Piantoni con amplia experiencia bancaria, tuvo la visión de hacer en Argentina el producto de cajas de seguridad privadas que tuvo sus comienzos en Gran Bretaña y se fue expandiendo en las ciudades más importantes del mundo.
En Argentina hay 18 empresas que se dedican al negocio de las cajas de seguridad privada por lo tanto nació una Cámara para aglutinarlas con Juan Piantoni como presidente. Actualmente la Cámara está conformada por 7 empresas.
Ingot inauguró su primer local en el microcentro, ubicado en un edificio como tantos del centro porteño. La elección fue concebida para que pase desapercibida y pensando en el resguardo de los clientes. Devino la pandemia y tuvieron que cerrar como tantos otros emprendimientos hasta que pudieron establecerla como actividad esencial. En pocos años, con una planificación precisa, abrieron locales en Flores, Quilmes, Nordelta, Córdoba y el último en Olivos. Próximamente habrá 4 nuevas aperturas.
Juan Piantoni explicó que la mejor publicidad es la de boca en boca y la visita a las sucursales. “Un interesado que se acerca a conocernos con una cita previa y conoce nuestras medidas de seguridad, tecnología, nuestra atención al cliente y nuestro compromiso se va contratando nuestro servicio. Tenemos cajas de muchas medidas, ya que aprendimos charlando con nuestros clientes, que no solo se guardan objetos de valor material. Desde el título de propiedad de una casa, a las joyas de la familia, fotos, cartas y otros objetos de valor sentimental tienen la misma necesidad de resguardo que el dinero.” A su vez Juan espera una mayor demanda de cajas de seguridad antes de las próximas elecciones ya que es una premisa en períodos electorales.

Un diferencial importante de Ingot es su tecnología importada de Alemania que conlleva el mayor costo de armado de una sucursal. Otra característica muy valorada es la disponibilidad de salas de reuniones. Muchos, al contratarla se aseguran de una caja de seguridad para resguardar la operación. Sus cajas de cinco tamaños diferentes cuentan con nueve niveles de acceso, control biométrico de huella, rostro e iris, estrictos protocolos de seguridad y más de 100 cámaras, sensores sísmicos y de movimiento. La mayoría de las sucursales cuentan con un servicio robotizado, lo que no se contrapone con la atención humana y personal, pero brinda a los clientes la posibilidad de operar las 24 horas del día los 365 días del año sin necesidad de interactuar con un tercero.

Ingot, se especializa en el guardado de obras de arte, contando para ello con una curadora. No solo las obras de arte están blindadas, sino que cuentan con la climatización adecuada libre de riesgos ambientales con protocolos de manipulación e inventario.