Por Brian Torchia, Gerente de Finanzas Corporativas de Pgk Consultores, miembro de TGS Global
Un escenario de shock devaluatorio durante el 2023 pareciera perder probabilidad de ocurrencia.
Teniendo en cuenta la extensión del Swap con China y un probable acuerdo con el FMI respecto del próximo pago que incluya un desembolso adicional de USD habilitados para intervenir en el mercado de cambios, un escenario de shock devaluatorio durante el 2023 pareciera perder probabilidad de ocurrencia.
Ante este contexto, lo que resulta posible es que haya una continuidad de la estrategia cambiaria del gobierno, sosteniendo un desplazamiento del tipo de cambio a una velocidad en línea con la inflación en modo “seguidor”. Para traducir a números concretos lo expuesto, durante el primer trimestre la TEA (tasa efectiva anual, valor comparable con inflación anualizada) proyectada estuvo en torno al 93% y en este segundo trimestre se ha elevado a un rango más cercano al 117%.
Es fundamental destacar que no es posible de todas formas dejar de considerar como escenario existente el de un estrés financiero / cambiario en la medida en que se acerque y que transcurra el evento electoral, aunque este punto pareciera sostenerse más por considerar nuestra experiencia como país ante este tipo de eventos que por el accionar concreto del gobierno.
Vale la pena incorporar al análisis la expectativa de reelección de la coalición oficialista, la cual necesita de forma excluyente que tal evento de shock no ocurra. Estos aspectos son los que parecen conjugar razones suficientes para ver como escenario más probable el de la continuidad del gradualismo cambiario actual, mínimamente hasta que se resuelva la elección.
No obstante los argumentos expuestos, en lo que respecta a la referencia de mercado más concreta como puede ser el valor del Dólar Futuro, el precio de lo contratos de diciembre (actualmente en zona de 496) reflejan una expectativa de velocidad de devaluación anualizada (TEA) cercana al 260%, señal concreta de la necesidad de cobertura y nerviosismo por parte de los agentes de mercado.
En lo que hace a instrumentos que puedan permitir tener cobertura cambiaria, se pueden mencionar las siguientes:
- Contratos de Dólar Futuro, que requieren instrumentar una garantía en mercado (ventaja) pero actualmente implicaría asumir un costo financiero elevado (desventaja)
- Bonos Duales, deuda emitida por el gobierno que paga a su vencimiento su valor actualizado por inflación o devaluación (mayor de ambos, siendo una ventaja)
- Obligaciones Negociables emitidas en denominación dólar linked, aunque su oferta es escasa y las opciones de vencimiento poco flexibles (desventaja), se cambia el riesgo soberano por riesgo corporativo (empresa)
- Pagaré bursátil denominado en dólares, instrumentos adquiridos y cobrados en pesos vinculados al tipo de cambio oficial, donde si bien su acceso es más exclusivo (desventaja), es posible buscar opciones a medida de cada empresa en términos de plazo de vencimiento y acreedor del instrumento (ventaja).
De esta forma, teniendo en cuenta que cada instrumento tendrá sus puntos a favor y en contra, al momento de la toma de decisión a nivel corporativo resulta fundamental la planificación financiera de los fondos disponibles para poder seleccionar aquella que mejor se adapte con las necesidades futuras y disponibilidades actuales de la compañía en pos de mitigar el primer riesgo a gestionar al momento de realizar estas acciones, que es el de imprevisión y/o improvisación de gestión.
Si no se consideran las particularidades de la compañía a nivel financiero, cualquier instrumento por más análisis técnico que se le realice puede resultar nocivo al final del camino por no ser el adecuado con las necesidades específicas de la compañía.