Las empresas asociadas a CAEME concentraron el 92% de dicha inversión, que representa el 44% del total del sector empresario argentino.
Según la última Encuesta sobre I+D del Sector Empresario Argentino (ESID) realizada por la Dirección Nacional de Información Científica del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Nación (MINCyT), las empresas dedicadas a investigación clínica en Argentina invirtieron 41.134 millones de pesos corrientes en actividades de I+D durante el año 2021. Esta cifra representa un crecimiento del 130% a valores constantes en los últimos cinco años y un incremento del 86% respecto del 2020.
Los laboratorios de innovación farmacéutica nucleados en la Cámara Argentina de Especialidades Medicinales (CAEME) y la Cámara Argentina de Organizaciones de Investigación Clínica (CAOIC), concentraron el 92% de la inversión en I+D clínica, que representa el 44% de la inversión total en I+D de todo el sector empresario, que fue de 93.557 millones de pesos.
“Argentina puede convertirse en un hub regional de investigación clínica. Nuestro país tiene la capacidad y buenos profesionales en un área sumamente valiosa para hacer avanzar la ciencia. La investigación clínica es esencial en el desarrollo de nuevos fármacos y tratamientos. Además, produce un importante impacto económico en el país que se desarrolla, genera empleo calificado e ingreso de divisas”, señaló Carlos Escobar Herrán, director ejecutivo de CAEME.
La encuesta revela que en la actividad de ensayos clínicos casi todas las empresas han realizado sus actividades con fondos provistos por sus casas matrices internacionales. Así es como el 93% de la I+D clínica durante el 2021 fue financiada con recursos aportados por las propias compañías globales radicadas en el país.
Por su parte, el Ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Nación, Daniel Filmus, remarcó: “Esta encuesta releva un total de entre 1500 y 2000 empresas radicadas en nuestro país y que invierten en I+D. Los datos demuestran que el aporte que realiza la industria farmacéutica de innovación es contundente y su crecimiento ha sido sostenido durante los últimos cinco años. En Argentina tenemos talento y capacidad de innovación. Articular el esfuerzo privado con políticas públicas resulta fundamental para seguir promoviendo la inversión y el crecimiento de un sector clave para la ciencia”.
“En los últimos años se tomaron medidas para que Argentina pudiera ser más competitiva, sin embargo, aún existen espacios para crecer. Los datos relevados por la encuesta son muy relevantes porque ponen de relieve el esfuerzo de inversión realizado por nuestro sector y dimensionan el potencial de esta actividad así como su impacto en materia de crecimiento y desarrollo para el país”, concluyó Escobar Herrán.
Los medicamentos innovadores generan un aumento en la expectativa de vida, reducen índices de mortalidad en diversas patologías y mejoran la calidad de vida de los pacientes, aliviando o previniendo el dolor, el deterioro funcional y la discapacidad. También reportan importantes ahorros para el sistema de salud público y privado. Además, brindan beneficios para la sociedad en su conjunto al posibilitar una mejor salud y mayor bienestar, reducir pérdidas de productividad laboral por morbilidad y/o mortalidad prematura.
Dentro de la investigación clínica se incluyen todas las actividades destinadas a determinar la eficacia, la seguridad y calidad de los medicamentos, tratamientos y mecanismos de detección, diagnóstico o prevención de enfermedades humanas. Se trata de una de las actividades productivas más pujantes de la denominada economía del conocimiento, un área de la economía que crece año a año en la Argentina y que cuenta con una ley de promoción sancionada en 2019 y modificada en 2020.
Asimismo, la encuesta también relevó que durante 2021 4.187 personas trabajaron en actividades de I+D clínica, lo que significa que el sector concentró el 20,7% del total de los recursos humanos dedicados a I+D, mientras que en 2017 ese porcentaje era de apenas el 13%.
Por último, una particularidad que distingue a la actividad de investigación clínica en Argentina es el alto nivel de participación de mujeres. Si se analiza el personal con función de investigadores, el protagonismo de las mujeres es contundente al alcanzar el 69,8%. Según la encuesta el nivel participación femenina es el más alto entre todos los ámbitos y duplica el promedio del sector empresario en su conjunto.