Se espera que esta semana comience a operar, gracias al acuerdo que selló con la firma local Aristeo S.A. Los términos del convenio comprometen a las dos partes a que la planta sea sustentable en el tiempo.
La planta de SanCor en San Guillermo rompería esta semana la inercia y, luego de tres años parada, comenzará a elaborar quesos de pasta blanda gracias a un acuerdo comercial con la firma local Aristeo S.A. El contrato plantea un esquema de «fason colaborativo» que se iniciará con unos 30.000 litros de leche diarios y permitirá -en una primera instancia- que vuelvan al trabajo 14 empleados de la fábrica.
El director de la Pyme Leonardo Scándolo confirmó que «ya se hicieron elaboraciones puntuales, a modo de pruebas industriales, y está funcionando todo bien». Y anticipó que, luego de recibir algunos repuestos, «a fines de esta semana» la planta comenzaría a funcionar nuevamente.
Aristeo S.A., con sede en San Guillermo, se constituyó hace 6 años para reactivar una planta de SanCor en Villa Trinidad que llevaba 7 años parada. Allí elaboran distintos tipos de quesos: blandos, semiduros, untable, de pasta hilada, con un recibo diario de 20.000 litros de leche.
En aquellos inicios el desafío era «desarrollar la marca e insertarnos en el mercado», más un plan de negocios «bastante ambicioso», dijo Scándolo, haciendo crecer la marca, diversificando productos y clientes.
Siguiendo ese impulso, contó que el año pasado iniciaron la gestión para reactivar la planta de San Guillermo. Lo vieron como una oportunidad con múltiples beneficios: a ellos les permitiría incorporar tecnología que aporte escala y eficiencia para seguir creciendo en el mercado; a SanCor, reactivar las instalaciones, recuperar el trabajo de sus empleados y volver al mercado con queso de pasta blanda. Incluso planteó un interés zonal: «si no representamos a la región, que es netamente lechera, con una producción local, fábrica y materia prima local, estaríamos fallando en algo; ese es el desafío también: poder representar a la zona, haciendo productos de calidad».
Sobre los términos del acuerdo con SanCor, Scándolo definió: «el formato que encontramos en un principio es de fason, pero con algunas cláusulas que lo hacen bastante colaborativo y que comprometen a las dos partes a que la planta sea sustentable en el tiempo».
El arreglo implica que Aristeo se encargará de aportar la leche cruda, mientras la cooperativa será la responsable, con sus empleados y estándares de calidad, del proceso de elaboración. También implica que se deberá tener «calzada» la producción con la venta. «Encontramos esta forma porque la materia prima es un bien escaso y con los litros que tiene SanCor está produciendo otro tipo de quesos, no los de pasta blanda que elabora San Guillermo», explicó el director.
Además, Aristeo se encargará de auditar ese funcionamiento «para estar de acuerdo con los costos» que se trasladarán los productos, que podrán salir de la planta con la marca de uno u otro socio. «Es un punto importante, porque un fason liso y llano con cualquier empresa puede salirse en algún momento de precio», explicó Scándolo, si se llegara a incrementar el costo del servicio. Pero al trabajar de manera colaborativa «nos da la posibilidad de acordar ese precio y no que en algún momento haya que derivar la materia prima a otra firma con un fason más barato».
Scándolo indicó que «en una primera etapa van a estar trabajando 14 personas del plantel de SanCor». Aunque para ser eficientes con la capacidad instalada el proyecto planteaba que sean 30. Sin embargo decidieron «ir inyectando materia prima en etapas e ir sumando gente en forma escalonada».
En el comienzo ingresarían alrededor de 30.000 litros diarios, cuya elaboración se irá programando para acumular materia prima y optimizar el proceso industrial. «Quizás no se trabajen todos los días y se acumule leche para poder hacer elaboraciones más eficientes», explicó. Con el tiempo, se irá incrementando paulatinamente «para trabajar sobre seguro y no generar una falsa expectativa».