El relevamiento de IDESA plantea que la implementación de los sucesivos «dolar soja» ha llevado al BCRA a emitir mas dinero y junto con ello la necesidad de esterilizar vía instrumento de política monetaria.
Un informe privado advierte que entre enero y marzo de este año el Estado gastó más dinero en atender los intereses que devengan las Leliqs del Banco Central que en jubilaciones.
El reporte elaborado por el Instituto para el Desarrollo Social Argentino (IDESA) indica que en promedio por mes la entidad que conduce Miguel Pesce pagó intereses por $700.000 millones mientras que la ANSES abonó a los jubilados $600.000 millones.
El informe adjudica ese fenómeno al efecto que tuvo sobre las cuentas públicas las sucesivas implementaciones de dólar soja, que si bien favorecieron a la liquidación de dólares, también impulsaron la emisión de dinero y la necesidad de esterilizarlo.
“Estos datos muestran que en el 2023 los intereses de las Leliq pasaron a ser el principal gasto del Estado nacional. A modo de referencia, en junio del 2022 los intereses de las Leliq representaban menos de la mitad del gasto en jubilaciones”, plantea el informe de IDESA.
La consultora que dirige el economista Jorge Colina señala que “luego del dólar-soja I pasaron a representar el 80% y con el dólar-soja II superaron el 100%”.
“Con la nueva versión de dólar-soja III se potenciará aún más el gasto en intereses de Leliq agravando la inflación”, advierte el estudio.
El informe dice que “la realidad de los últimos años muestra que los gobiernos de Cristina Kirchner, Cambiemos, y el actual, apelaron con intensidad a usar la misma herramienta (las Leliq) para posponer las consecuencias inflacionarias de un sector publico crónicamente deficitario”.
“Esto sugiere que, si bien no se hacen explícitas, en la Argentina hay políticas de Estado. Entre las más importantes y dañinas están las de mantener el crónico déficit fiscal y usar las Leliq para diferir sus consecuencias inflacionarias”, critica el reporte.
Al hablar sobre el nuevo dólar soja que se pone en marcha, IDESA dice que “el esquema produce un cúmulo de graves distorsiones y es apenas un paliativo ante la carencia de divisas en el Banco Central ya que, si bien conseguirá nuevas divisas, no desestimula la sobredemanda de dólares que provoca el bajo valor del dólar oficial ($210)”.
Al respecto, el informe dice que “una arista muy importante del dólar-soja es que obliga a aumentar la emisión”.
“El Banco Central imprime pesos para comprar dólares a $300 y absorbe pesos vendiendo dólares a sólo $210. La diferencia ($90 por cada dólar-soja liquidado) es mayor emisión”, advierte el trabajo-.
En ese sentido, señala que “por el impacto inflacionario de este exceso monetario, el Banco Central induce a los bancos a suscribir Leliq con los depósitos de sus clientes”.
La consultora, dice que “el enorme pasivo que acumula el Banco Central en Leliq es inflación que será sufrida en el futuro”.
“Mientras que una devaluación general tendría impactos inflacionarios inmediatos, con el dólar-soja y la emisión de Leliq el impacto inflacionario se difiere, no es que desaparece”, explica el reporte.
Nota original de Noticias Argentinas.